El 20 de mayo de 2019, cinco jóvenes de Monte, en una clásica vuelta en auto, fueron perseguidos y baleados por la policía, resultando en la muerte de cuatro y dejando a Rocío gravemente herida. La comunidad se movilizó para desmentir la versión del “accidente”, revelando la brutal represión policial y su encubrimiento. Grupos de derechos humanos y registros de cámaras expusieron la verdad, que condujo a juicios y condenas a los policías responsables. El caso evidenció una dura realidad de violencia estatal contra las nuevas generaciones en la región.